Desde hace un tiempo la comunidad de delfines ubicados en el norte del Mar Rojo, en la región Indo-Pacífico, ha estrechado su relación con otro animal marino: el coral Gorgonia. Gracias al coral este grupo de delfines ha descubierto que pueden empujarse hacia sus blandas ramas y acabar con las bacterias alojadas en su piel, todo ello sin la intervención del ser humano.