Existe una medusa que podrá sobrevivir a las peores condiciones del cambio climático, una auténtica superviviente.
Se llama Cotylorhiza tuberculata, y es una de las más comunes en el mar Mediterráneo. Estas medusas han desarrollado 2 habilidades clave: la primera es que alternan la reproducción sexual con la asexual. La alta tolerancia a los cambios ambientales evidenciada por los pólipos de esta medusa permite a la especie llevar a cabo una aclimatación gradual a largo plazo, adaptándose a las condiciones de temperatura y acidificación
La segunda, es su simbiosis con microalgas conocidas como zooxantelas. Estas, a cambio de la protección que les proporcionan las medusas frente a depredadores, modula los efectos negativos del descenso de pH sobre su supervivencia y de la incidencia de los rayos ultravioletas.